TODO TIEMPO PASADO FUE MEJOR

Antes no me escuchaban, ahora no me dejan hablar

Muchos (no los suficientes) comenzamos a combatir al menemato antes de aquel 9 de julio de 1989 (inicio de la segunda década infame). Personalmente no me sentía muy cómoda, por que estaba casi en la misma vereda de los odiaban todo aquello que tuviera olor a “los peronistas” (dicho esto con la entonación y la cara de cuando decís “que olor a mierda!!!”).

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Pero para nosotros, el olor que nos hacía fruncir la nariz era el de la traición a nuestras banderas históricas.
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A poco de andar, y gracias a esta traición, la gran mayoría de históricos antiperonistas abandonaron las filas opositoras. Otros se mantuvieron en sus trece criticando las formas, el entorno, lo que fuera, pero no los recuerdo tratando de detener con actos, marchas, o algún tipo de militancia concreta, colectiva o individual, lo que se venía y cuyos resultados todos conocemos, pero se pueden refrescar con el siguiente video:

“Esto está mal… muy mal” era el padrenuestro de cada día en la década del ’90, casi nadie te daba bola.

Algunos por que estaban descubriendo un universo que hasta ese momento era sólo para los ricos, el primer mundo al alcance de la mano. Disney, Versace, Europa completa en 21 días, PC’s… Otros, mas modestos: Isla Margarita u otro all inclusive.

Cervezas, quesitos, ropas, “body shapers llame ya”, delicatessen, petits fours … la orgía de los productos que no hablaban en castellano. Sublime mercadería “nocomolosdeacá”.

Y que sucedía con los que no tenían acceso a este mundo de ilusión tantas veces visto en la pantalla de TV?

Repetían las consignas gestadas en el Tiempo Nuevo de Bernardo y Mariano. Tanta repetición del “Doña Rosa” esto, “Doña Rosa” aquello, terminó convenciendo a “Doña Rosa” que debía pensar así.

Las bajas? Los que quedan fuera de la fiesta?

Les pasa a otros. Por no competitivos o por parásitos del Estado, pero no hablemos de esto, mirá acá estamos con Pluto y Minnie, salió medio movida por que la cámara era recién comprada y las instrucciones estaban en inglés.

Monjes predicando en el desierto, una radio a la que no se le prestaba atención.

La ausencia de crispación toleraba ese parloteo aguafiestas, total... no le damos bola y listo.

Pero hoy… no recuerdo haber cerrado un concepto sin que me manden a callar la boca, o que comience una retahíla de preguntas que no buscan respuestas.

Qué del Indec y Moreno? Y D’elía? El autoritarismo? La pobreza? El campo? Los fondos? Ehhhh? Ehhhh? … Que me decís del botox y las carteras Louis Vuitton? La soberbia? La sordera para no escuchar a la oposición? Los jubilados? Ehhhh? Cada vez nos parecemos más a la Venezuela de Chávez donde no podés ni hablar, eso defendés?

Pensando que terminó la consulta, y sabiendo que la respuesta a la mitad de las preguntas puede llevar un tiempo considerable, inspiro, y antes de poder decir una palabra: vos no podés hablar por que sos K. No sos objetiva por que defendés a este gobierno, que otra cosa vas a decir? (aún cuando todavía no pude decir nada). Ehhhh? Ehhhh?

A veces viene un elogio, a que negarlo: pero vos sos una tipa inteligente, como podés defender a este Gobierno? Lo aprovecho, vuelvo a tomar aire y cuando estoy por articular “creo que”: dejame, digas lo que digas a mi no me vas a convencer. Touché.

Indigestada de argumentos, me quedo pensando: que jodido debe ser vivir en la Venezuela de Chávez donde no podés ni hablar.