Recién ahora puedo escribir sobre la histórica aprobación de la Ley de Medios de Comunicación Audiovisual.
Un estado de alegría, nostalgia, satisfacción, y otros sentimientos que ni siquiera sé bien cómo definirlos, no me lo permitía.
Leí infinidad de post compañeros, todos me contenían, todos me emocionaron.
La Plaza de la Ley
No se cuantos estuvieron en ella, pero les puedo asegurar que eran más de los que cualquier medio pueda informar.
Un estado de alegría, nostalgia, satisfacción, y otros sentimientos que ni siquiera sé bien cómo definirlos, no me lo permitía.
Leí infinidad de post compañeros, todos me contenían, todos me emocionaron.
La Plaza de la Ley
No se cuantos estuvieron en ella, pero les puedo asegurar que eran más de los que cualquier medio pueda informar.
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Aunque no tuvieran mala leche, quienes no participaron de esa común unión (aunque hayan estado) no los podían ver, contrariamente a muchos de los compañeros que no pudieron ir y que siguieron la jornada a través de la transmisión organizada por A.R.B.I.A. o la miraron por televisión, sí los vieron, los sintieron.
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No intenten entenderlo, porque no lo podría explicar, aunque quisiera. Está o no está.
Y juntos cantamos el himno en un grito ahogado por el nudo en la garganta, regado con lágrimas que resumen muchos años de militancia.
Después, como corresponde a la liturgia peroncha: la Marcha, con estrofas agregadas y todo.
Ahí estaban Rodolfo Walsh, Alicia Eguren, Leonardo Bettanin, y los casi doscientos periodistas y trabajadores de prensa detenidos-desparecidos o asesinados y el resto de los compañeros que corrieron la misma suerte por compartir ideales, proyectos, coraje.
Ahí estabas vos Flaco… y vos Roña… Chiche… todos.
Estaban los que dieron los primeros pasos por voltear la nefasta ley de la dictadura, del 83 para acá y que no se quedaron para la foto, como Nicolás Casullo por nombrar a alguno.
Y estabas vos vieja, y la de Carmen y todas las viejas que agregaron en el ADN de algunos argentinos, el gen Nacional y Popular.
Pero como valor agregado a la Ley, a estas ausencias presentes, hubo algo que no me conmovió menos: el mentado trasvasamiento generacional.
Por que “un movimiento que sea o que represente una revolución trascendente, difícilmente puede ser realizado por una generación sino por varias de ellas”.
Al margen del bajón por aquello de “el tiempo pasa… nos vamos poniendo viejos…”, verlos a ellos como nos veíamos nosotros, y a nosotros como veíamos a los compañeros más grandes me hace creer, más que nunca, que a pesar de los golpes, de los fusilamientos, los compañeros muertos, los desaparecidos: ¡NO NOS HAN VENCIDO!
Y juntos cantamos el himno en un grito ahogado por el nudo en la garganta, regado con lágrimas que resumen muchos años de militancia.
Después, como corresponde a la liturgia peroncha: la Marcha, con estrofas agregadas y todo.
Ahí estaban Rodolfo Walsh, Alicia Eguren, Leonardo Bettanin, y los casi doscientos periodistas y trabajadores de prensa detenidos-desparecidos o asesinados y el resto de los compañeros que corrieron la misma suerte por compartir ideales, proyectos, coraje.
Ahí estabas vos Flaco… y vos Roña… Chiche… todos.
Estaban los que dieron los primeros pasos por voltear la nefasta ley de la dictadura, del 83 para acá y que no se quedaron para la foto, como Nicolás Casullo por nombrar a alguno.
Y estabas vos vieja, y la de Carmen y todas las viejas que agregaron en el ADN de algunos argentinos, el gen Nacional y Popular.
Pero como valor agregado a la Ley, a estas ausencias presentes, hubo algo que no me conmovió menos: el mentado trasvasamiento generacional.
Por que “un movimiento que sea o que represente una revolución trascendente, difícilmente puede ser realizado por una generación sino por varias de ellas”.
Al margen del bajón por aquello de “el tiempo pasa… nos vamos poniendo viejos…”, verlos a ellos como nos veíamos nosotros, y a nosotros como veíamos a los compañeros más grandes me hace creer, más que nunca, que a pesar de los golpes, de los fusilamientos, los compañeros muertos, los desaparecidos: ¡NO NOS HAN VENCIDO!
Fotos que me traje de los blogs Mapa del Colo, Los Caniches de Perón y Jose Ruben Sentis Tandil (si hay alguna omisión, por favor me avisan para repararla).
En ellas verán que la mayoría de los que aparecen tienen serios problemas de colesterol de tanto choripán y Coca-Cola, otros, en cambio, son los millonarios miltantes rentados K.
Si querés llevarte las diapositivas entrá acá, a la derecha hay un link que dice "incrustar proyección de diapositivas", click ahí, elegís el tamaño, y copiás y pegas el código.
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