– Boudou, el vicepresidente. Está complicadísimo, lo van a procesar y guarda que termina en cana antes del 2015.
– ¿El vicepresidente preso? ¡Esto es extraordinario! No creo que haya
pasado jamás en la historia que a un vicepresidente lo metan preso
durante su mandato. Pero, ¿qué hizo? ¿Mató a alguien?
– Se robó todo, el sinvergüenza. Bah, son todos unos chorros, pero a este lo pescaron, por suerte. Alguna vez tenía que pasar.
– Ah, pero tiene que haber sido un robo monumental para que termine preso... ¿qué se robó? ¿Un puente? ¿Una provincia?
– No, plata.
– ¿Cuánta plata?
– No sé cuánta, mucha.
– ¿A quién se la robó?
– Y... al Estado, seguro.
– ¿Al Estado? ¿Cómo lo hizo? ¿Embolsó dinero de los jubilados o de los hospitales, se quedó con algún vuelto o qué?
– Mmm... la verdad es que no sé muy bien como fue la cosa, pero sé que es un chorro bárbaro ese Boudou. Vive en Puerto Madero.
– Mucha gente vive en Puerto Madero. Lo que no comprendo es el tamaño
del robo que puede terminar con un vicepresidente preso. No me lo puedo
imaginar.
– Ya te dije, maestro: se afanó todo. ¡Todo!
– ¿Pero
cuánto es "todo"? ¿Cómo y de dónde afanó? Si es un robo tan escandaloso
tendríamos que saber los detalles y sin embargo ni vos ni yo, al
parecer, los conocemos.
– Pero si está en todos los diarios. ¿No ves televisión vos?
– No mucha. Miro el fútbol y alguna película.
– Bueno, tendrías que mirar el noticiero de vez en cuando porque sino no te enteras de nada.
– ¿Y qué dice el noticiero? ¿Informaron ahí cuánto se robó?
– Este... me parece que no. No me acuerdo.
– Tampoco saben cómo, ¿verdad?
– Escuchame una cosa: ¿vos me estás tomando del pelo? Si ya lo van a procesar por corrupto, ¿qué importan los detalles?
– ¿No lo procesaron todavía? Debe ser porque justo falta averiguar esos
detalles. Me parece medio difícil que un juez dicte sentencia diciendo
«este es ladrón» y nada más, sin dar los detalles del caso. Algo de
derecho sé.
– Ah... ya entendí, vos lo estás defendiendo al chorro este.
– No, para nada. Pero me parece que van a tener que probar que es
culpable de algo antes de condenarlo. Y la verdad es que sin conocer los
detalles va a ser medio difícil.
– ¡Qué ingenuo que sos, hermano!
Los políticos tienen los mejores abogados, no permiten que prueben nada y
todo termina en la nada. ¿No viste a Menem? Hay que actuar rápido para
que no pueda escapar.
– ¿Condenarlo rápido sin pruebas?
– ¿Querés más pruebas? ¡El tipo vive en Puerto Madero, hasta jacuzzi tiene en la oficina!
– Bueno, entonces devolvémela.
– ¿Qué cosa?
– La billetera que me sacaste del bolsillo recién. Devolvémela ya o llamo al policía ese que está en la puerta.
– Pero si no te saqué ninguna billetera... ¿estás loco?
– No, loco no estoy. Voy a actuar rápido para que no puedas escapar.
– Si no tengo tu billetera encima...
– Es que eso es un detalle. Con el escándalo que voy a hacer, va a
tardar un rato averiguarlo cuando lleguemos a la comisaría...
Me
agarró del brazo, pálido como un papel, y me miró atentamente durante
unos dos segundos, tratando de adivinar si estaba loco o si le hacía una
broma. En el instante eterno que duró esa duda, entendió de golpe el
principio de presunción de inocencia, por el que toda persona debe ser
considerada inocente mientras no se demuestre lo contrario.
_______________________________________________________
Hasta acá un texto que circula en la web y cuyo autor desconozco que representa un diálogo que puede ser escuchado en cualquier lado.
En lo personal me pasa que leo y a pesar de ponerle garra no me siento en condiciones de opinar sobre la cuestión. Me refiero a lo judicial. Me faltan conocimientos técnicos, legales, y vaya a saber cuantos más.
En lo personal me pasa que leo y a pesar de ponerle garra no me siento en condiciones de opinar sobre la cuestión. Me refiero a lo judicial. Me faltan conocimientos técnicos, legales, y vaya a saber cuantos más.
Lo
entiendo desde lo político que, como ya sabemos, a la señora de ojos
vendados es una cuestión que no le interesa ni la influye.
Quienes ya tienen su veredicto de culpablidad, sostienen que
nada tiene que ver con lo político, pero hasta ahora ninguno de ellos me
ha podido explicar la causa y los motivos de su fallo doméstico. La tienen clarísima, pero cuando pregunto con buena leche por que evidentemente ven algo que a mi se me pasa, me tiran datos sueltos y argumentaciones políticas como para hacer dulce, pero ya sabemos que a
la señora de ojos vendados y a los jueces amateurs, la política ni les
interesa ni los influye.
Muy bueno.
ResponderEliminar¿Alguien se acuerda de la cantidad de causas y denuncias que le hicieron a Guillermo Moreno? Lo de Boudou seguirá el mismo recorrido. Me acuerdo que por aquellos tiempos los tipos de las organizaciones de consumidores desfiaban por los medios.
ResponderEliminar