Operaciones... inteligencia... contrainteligencia... burradas... más operaciones...
Mientras tanto este Proyecto le sigue cambiando la vida a las personas.
Hoy 398.392 familias participan del 11º sorteo de ProCreAr, a miles de familias les cambiará la vida y eso no es tapa de ningún diario, ni un mínimo recuadro. Mientras se está realizando el sorteo tampoco está en la página principal de las versiones web de esos medios.
Lo que es peor es que no sólo los medios naturalizan el esfuerzo que hace el Estado Nacional administrando de manera inclusiva el aporte de todos los argentinos, muchos de los beneficiarios también lo hacen, y algunos hasta se dan el lujo ya no de no reconocer la posibilidad de mejorar su calidad de vida, sino de seguir insultando, agraviando, menospreciando...
Por suerte, o mejor dicho (parafraseando a Evita) "por conciencia Nacional, por procedencia popular, por convicción personal y por apasionada solidaridad y gratitud al pueblo" hay quienes se toman cinco minutos para recordarle a quien quiera saber que la distribución inclusiva no ha sido siempre así, que no nació de una planta, ni nos la trajeron los Reyes Magos.
Por eso que quiero compartir la vivencia de un compañero contada en primera persona a la que me atreví a ponerle un título.
Por Carlos Canosa |
Mi viejo había acuñado un pequeño deseo, un gusto que se daría cuando
cobrara su jubilación por incapacidad. Quería comprarse un kilo de
masitas secas. De esas que venden en las panaderías, nada más. Un
pequeño festejo a sus miles de días de frio y calor pintando Estaciones
de Trenes.
No llegó a disfrutarlas. Después de un año y medio de espera
para el cobro, sin haberlo logrado, se le ocurrió la mala idea de
convertirse en copiloto de mis sueños.
Mi vieja, toda su vida había sido ama de casa y a partir de allí, por fuerza mayor, trabajadora del servicio domestico. Para asegurarse su jubilación, ya que no tenía
aportes, pagó durante diez años una moratoria previsional.
Cada una de las 120 cuotas, era un pedazo menos de pan a la mesa, a veces varios
pedazos menos, a veces todos. Aun así, logró su tan ansiado objetivo y pudo al fin jubilarse. No compró las masitas, porque era el sueño de mi viejo.
Ya enferma, PAMI le pagó cada uno de los remedios que necesitaba y cuando ya cansada y relevada de ayudarme a ser hombre, también decidió que era hora de ayudar a mi viejo, por lo que juntos, me cuidan desde alguna parte.
Hoy, Ana (mi compañera de toda la vida) logró jubilarse, a pesar de que sus 13 años de
aportes no fueran suficientes, a pesar de no tener un trabajo formal ni
aportes durante estos 25 últimos años. Ella lo logró.
También mi
hermana, alguna gente que celebramos porque supimos de su trámite y
otras que conocemos apenas, pero que nos alegra también que hayan
llegado a esta tan ansiada realidad.
Ellas y ellos tampoco tenían
aportes y como todos, pagarán su deuda mediante la moratoria
previsional, pero con sus haberes. Sin penurias ni zozobra. Sin
incertidumbre.
Lo lograron después de dos trámites de media hora,
atendidos por seres más que humanos que ven en ellos a sus semejantes.
Disfrutando de escuchar que es un derecho adquirido. Que es algo que
ganaron con su trabajo, informal, sin remuneración regulada o sin poder
encuadrarse en lo que todos sueñan. Su Derecho.
Por esto que me alegra,
nos alegra, tengo que decir:
Señora Presidente de Todos Los Argentinos, Gracias.
Gracias por cambiar el destino y que gran falta les hubiera hecho a mis
viejos. En homenaje, compraré esas masitas secas, para que mi viejo
sepa que al fin lo logramos.
Mirá que hay montones de logros que manifiestan inclusión, adquisición o recuperación de derechos, mejoras en la calidad de vida, posibilidades de hacer proyectos pensando en un futuro mejor. Y, sin embargo, gran parte del tiempo y de las energías estás obligado a destinarlos a desmentir, discutir, rectificar tergiversaciones en lugar de invertirlos en divulgar las mil maneras en que se ha mejorado la distribución de la riqueza por primera vez en casi 50 años.
ResponderEliminarNo hay dudas de que los últimos doce años han sido muy fructíferos ya que, de lo contrario, no sólo no hubiera transcurrido tanto tiempo con este modelo sino que las mil y una canalladas y bajezas que hasta incluyen un muerto tampoco se hubieran urdido.
Tanta maldad puesta de manifiesto con tanta frecuencia no es más que la demostración de que el camino elegido es el correcto.
Con buena memoria y la gratitud correspondiente, la derecha seguirá con su tarea macabra ya que para la vida, lo positivo, no conocen fórmula alguna.
me emociona el relato ,es la historia de miles de argentinos
ResponderEliminarKarajo me hiciste llorar!!!!!!
ResponderEliminarYo compraria unos kilos de estrictina para convidar a los desmemoriados hijos de puta
me hiciste llorar, mi viejo aportó para "profesionales" y le dieron la minima (150) por 10 años; murió de pena. Mi vieja 4 meses antes de partir pudo firmar sus papeles en mi auto porque los chicos de la nueva Anses la mimaron y besaron tranladandose hasta allí, tenia 10 años de aportes que nunca pudo utilizar; se jubilo de criarme. OLVIDO JAMAS
ResponderEliminar