sábado, 24 de mayo de 2014

Imaginate

Por
Carlos Balmaceda
Imaginate un tipo que se cría en una familia conservadora, que podría haber tenido toda una carrera política en ese sector, pero elige ser radical yrigoyenista.
 
Imaginate un tipo que podría haber sido abogado, pero protagoniza una de las revueltas estudiantiles más grandes de la historia, la Reforma Universitaria, y entonces pierde la ocasión de convertirse en un próspero hombre de leyes.
Imaginate un tipo que cuando lo derrocan a Yrigoyen, sale revólver en mano a defenderlo.
 
Imaginate a un tipo que podría haber sido diputado radical alvearista, pero abandona la U.C.R. y forma una fracción a la que los medios y los mismos partidos políticos de la década del ’30, la hacen a un lado.
 
Imaginate que en medio de este aislamiento, esta fracción radical organiza miles de actos relámpago, que escuchan unos pocos por las calles, aunque esos actos y los documentos que produce este grupo se convierten en una de las pocas resistencias a la “década infame”.

Imaginate que las líneas principales de esa agrupación, son retomadas por el siguiente movimiento nacional que se impone en la década del ’40, el Peronismo.
 
Imaginate un tipo que termina siendo presidente del Banco Provincia de ese gobierno.

Imaginate un tipo que no quiere ser un alcahuete de Perón y critica algunas líneas de ese gobierno, y que por eso termina alejándose.
 
Imaginate un tipo que apenas cae Perón, está en la primera línea de fuego para recibir los cachetazos de la dictadura militar del ’55: exilio, proscripción, interdicción de sus bienes.
 
Imaginate un tipo que no bien se instala esta dictadura, desafía al ministro de Economía a un debate, sin ser economista.
 
Imaginate que el ministro se niega al debate y este tipo expone en un diario casi clandestino su posición con una claridad que asombra, sobre todo porque el tipo no es economista.
 
Imaginate a un tipo que describe el proceso histórico por el cual nuestras propias cabezas creen que la historia ha sido de una manera y por eso tienden a repetirla.
 
Imaginate a un tipo que devela mitos, engaños, mentiras; que descubre los mecanismos del poder que sostienen determinados proyectos en la mismísima enseñanza de la historia en las escuelas.
 
Imaginate a un tipo que usa el humor, la polémica, los datos rigurosos, los ejemplos, para explicar cómo el poder premia, desprestigia, anula, entroniza.
 
Imaginate al ex ministro desafiado por este tipo, modificando sus posturas, reconociéndole el mérito a la ideología de su oponente, y dedicándole un libro a “mi adversario no correspondido”.

Imaginate a un tipo que devela los mecanismos de distracción e intereses creados con una vigencia que asombra. Para dar un ejemplo: "El periódico depende, en cuanto es empresa poderosa, en primer término, del grupo financiero dueño de su capital, en segundo término de los avisadores y en su conjunto, de la estructura económica que domina, dirige y orienta la estructura social y política vigente en el país en que apareceLa prensa independiente no existe y la independencia es una máscara para hacer pasar la mercadería de contrabando como agua corriente incolora, inodora e insípida para que el estómago del lector no se prevenga defensivamente".
 
Imaginate a un tipo que cuando vuelve el peronismo al poder, está ahí, dirigiendo la Editorial Universitaria de Buenos Aires.

Imaginate a un tipo que casi como una cargada, después de haber develado las mentiras de un "Samiento que nunca faltó a la escuela" o los paraguas y la lluvia del 25 de mayo de 1810, se muere en esa fecha, en un día de lluvia. 

Cuesta imaginar un tipo así, tan entero de principio a fin.
 
Pero existió.
 
Ese tipo se llamó Arturo Jauretche, y mañana se cumplen 40 años de su muerte.


1 comentario:

  1. Oportunísimo tu recuerdo para tan insigne patriota. Patriota "de verdad", que jamás dudó del lugar en el que debía ubicarse, para su bien o su mal. Su nombre y su acción en favor de nuestra Patria y por ende de sus conciudadanos fueron prolijamente escamoteados de la memoria al igual que el horrendo 16 de junio de 1955. Aunque parezca mentira, aún hay muchos ciudadanos que ignoran lo que sucedió ese maldito día y, lo que es peor, quién fue Arturo Jauretche.
    Su figura y su memoria se agigantan aún más al parangonarlas con la odiosa y mediocre conducta de gran parte de los políticos actuales, amontonándose incomprensiblemente en contra del único modelo rescatable de los últimos 60 años.
    Felíz Día de la Patria para mañana. Todos a Plaza de Mayo para rodear de amor a nuestra Presidenta.

    Saludos

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